Según la zona lesionada del cerebro, la persona puede perder la capacidad motora, el lenguaje, el habla y/o verse incluso afectada la deglución.
Una vez estabilizadas las constantes vitales de la persona afectada, ésta debe ser evaluada y diagnósticada por un neurólogo, neuropsicólogo, fisioterapeuta y un logopeda con la finalidad de pautarle el tratamiento de rehabilitación que más se ajuste a sus necesidades.
¿Cómo podemos sospechar que estamos sufriendo un Ictus?
Los síntomas más comunes son:
- Pérdida de fuerza en un brazo o una pierna, o parálisis en la cara (hemiparesia/hemiplejía).
- Dificultad para expresarse, entender lo que se le dice o lenguaje ininteligible (afasia).
- Dificultad al caminar, pérdida de equilibrio o de coordinación.
- Mareos, dolor de cabeza brusco, intenso e inusual, casi siempre acompañado de otros síntomas.
- Pérdida de la visión en uno o ambos ojos.
Sin embargo, en ocasiones los ACV de baja intensidad y duración pasan inadvertidos debido a que los síntomas son muy suaves: se nos paraliza una pequeña parte del cuerpo, sufrimos breves episodios de amnesia, estamos un poco desorientados, etc…
Por tanto, como Logopeda especializada en la rehabilitación de personas con daño cerebral, te recomiendo que si presentas alguna vez alguno de estos síntomas, acudas con un familiar urgentemente al Hospital más cercano para que sea atendido por el equipo médico.