Una de las dificultades que suelen tener los niños con dislexia es la ortografía.
Esto se debe a que una de las principales dificultades en la lectura y escritura se encuentra en convertir los fonemas en grafemas y viceversa. Además, elegir la letra adecuada a la hora de escribir cuando uno las confunde, resulta una tarea complicada. Si a eso le sumas que las palabras que escribimos deben respetar unas reglas de ortografía y deben estar colocadas en un orden concreto para que la frase tenga sentido, esta actividad se puede convertir en una odisea.
El tratamiento de las dificultades en la escritura, concretamente el de la ortografía es (a mi parecer) bastante arduo para un niño. Se aburren mucho, les resulta pesado y fácilmente pierden interés. Por este motivo, siempre intento buscar actividades lúdicas para mis alumnos en las que puedan mejorar su expresión escrita divirtiéndose. Dicho esto:
¿Cómo puedo mejorar la ortografía divirtiéndome?
Una forma de hacerlo es escribiendo cuentos.
Para ello, antes de empezar es importante repasar las reglas de ortografía, ya que todo escritor debe tener buena letra y escribir sin faltas.
A continuación, os presento un cuento que ha escrito un alumno de 7 años con mi ayuda.
» La casa encantada y el fantasma Matuto»
Hace cuatro años, vivía un chico de 38 años llamado Matuto en una mansión a las afueras de Burjassot. Un día, unos ladrones entraron en su casa para robarle una joya de su abuelo Jorge I pero Matuto intentó impedirlo y lo mataron covirtiéndose en fantasma hasta que encontrase a su asesino.
A la mañana siguiente, se fue a la policía pero como era un fantasma no le vieron ni oyeron. Entonces, decidió ir a buscar a su asesino él mismo. De vuelta a casa, iba paseando por la calle cuando se encontró un cartel de «Se busca», miró a ver quien había en la foto y ¡sorpresa!. Era su asesino. Se ofrecía una recompensa de 994 euros a quien lo encontrase.
Un mes más tarde, oyó en la radio que alguien había atracado un banco. Esa misma noche, el ladrón fue a su casa, ¡Chan, chan chan…!para refugiarse de la policía. El ladrón , estaba tan cansado que se acostó en la cama. Como la casa estaba encantada, mientras dormía la cama intentó tragárselo pero luchó y luchó hasta que consiguió escapar.
Entonces, se presentó el fantasma Matuto. El ladrón se asustó tanto que se tiró por el balcón pensando que había una piscina debajo. Sin embargo, al caer se dio un golpe en la cabeza contra el suelo, quedándose tonto.
Al final, se entregó a la policía con el fin de contar lo sucedido pero como nadie lo entendía se lo llevaron a un logopeda para que lo rehabilitasen. Nada más ver a la logopeda, se puso a llorar porque le recordaba a cuando tenía 10 años e iba a una para resolver su problemas de tartamudez.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Autores: Marc y Laura Vidal Pastor
El resultado de la actividad ha sido bastante bueno ya que además de ir repasando las reglas de ortografía mientras escribíamos, él se iba dando cuenta de sus errores e intentaba corregirlos. Además, hemos trabajado la construcción de oraciones, la planificación de las ideas del cuento y el orden en el que transcurrirían los hechos, con el objetivo de escribir una historia coherente, entre otras cosas.
Bueno, ahora ya tenéis un ejemplo de cómo mejorar la ortografía divirtiéndose uno. Si te ha gustado este artículo dale a «Me gusta». Si te ha parecido interesante puedes suscribirte a mi blog para no perderte detalle.
Saludos y hasta el próximo artículo.