Ultimamente he tenido varias consultas de padres con niños con disfemia e incluso adultos con la misma dificultad. La mayoría además de preguntarme sobre cuál es el tratamiento para la disfemia, me han pedido consejo sobre cómo ayudar a su hijo en la vida diaria. Debido a esto he decidido escribir este post que espero que sirva de ayuda.
1. Saber escuchar al niño con disfemia
Es muy importante que nos centremos más en el contenido del mensaje que en su forma. Pues si prestamos demasiada atención en cómo el niño nos está hablando, entonces se puede sentir angustiado y dejar de hablar.
2. Respetar los tiempos de habla en la conversación
Darle tiempo para que exprese tranquilamente su mensaje. En ocasiones, podemos transmitirle nuestra ansiedad por escuchar el fin de la frase.
3. Cómo hablar al niño con disfemia
Debemos hablarle utilizando un lenguaje sencillo compuesto de frases cortas y fáciles de entender. Hablarle siempre despacio y de forma relajada para transmitirle esa tranquilidad.
4. No interrumpir
Cortar la conversación cuando es su turno de hablar con expresiones tales como “vuelve a empezar”, “no te he entendido”, “repítemelo por favor”, “habla despacio”, “estate tranquilo” puede aumentar su ansiedad, nerviosismo, hacerle más consciente de su dificultad y coger más miedo a enfrentarse a su dificultad. Por tanto, recomiendo que le dejemos expresarse libremente sin corregirlo, mostrando interés por lo que nos cuenta. Eso si, podemos reformular su frase para darle un feedback positivo.
5. Destacar las cualidades positivas de su personalidad
Esto reforzará su autoestima, le dará seguridad y le puede ayudar a valerse de sus propios recursos a la hora de hablar.
6. Estimular el habla
Estimular al niño para que participe en conversaciones en diferentes contextos: en casa con sus familiares, en el colegio con los amigos, en clase con la profesora, con su logopeda.
7. Evitar burlas
Evitar toda clase de burlas, bromas y comentarios sobre su forma de hablar.