
Para que un niño empiece a hablar se deben dar cuatro requisitos:
- Que oiga bien y nos escuche.
- Que nos entienda y aprenda a asociar cada palabra con su significado. Por ejemplo: Yo veo una mesa y consigo entender que ese objeto cuadrado que es donde como, mi madre y/o padre lo llaman mesa. Entonces cada vez que vea una “mesa”, la identificará.
- Que los órganos fonoarticulatorios y la musculatura orofacial ( lengua, labios, paladar y mandíbula), se desarrollen adecuadamente cogiendo un buen tono muscular, agilidad de movimiento y fuerza.
- Que el niño tenga intención de comunicarse.